- Eduardo de Lecea Echevarri
Director General de SIGAUS
Eduardo de Lecea Echevarri
Director General de SIGAUS
En circunstancias normales debía comenzar este informe aludiendo a un año 2019 marcado por las tensiones geopolíticas y ciertos nubarrones en el horizonte macroeconómico. También por ser un año en el que la protección del medio ambiente y, muy especialmente, la lucha contra el cambio climático alcanzaron niveles de visibilidad sin precedentes, no solo entre los ciudadanos, sino también colándose definitivamente en la agenda política mundial.
El Parlamento Europeo declaró en noviembre la emergencia climática, la Comisión Europea presentó en diciembre el Pacto Verde Europeo –una ambiciosa hoja de ruta para convertir a Europa en 2050 en una región neutra en términos de cambio climático, que incluye un nuevo Plan de Acción para la Economía Circular–, mientras las cuestiones ambientales aparecían, por primera vez, como las prioridades principales para el Foro Económico Mundial reunido en Davos el pasado enero.
Tendencias, expectativas y retos que, como tantos otros planes, saltaron por los aires cuando nuestras vidas se pararon en seco ante la enorme sacudida del Covid-19. Una tremenda tragedia humana, y un seísmo económico cuya magnitud aún no conocemos en toda su extensión.
Ahora que las aguas de este ‘tsunami’ mundial comienzan a retroceder –al menos en Europa– quedan en la orilla un buen número de lecciones aprendidas, preguntas en el aire, y planes de reconstrucción. Y ahí, de nuevo, como antes de que todo ocurriera, el medio ambiente.
Si algo nos ha enseñado esta experiencia es que debemos relacionarnos con mayor armonía con la naturaleza y la biodiversidad, que la reacción temprana es esencial, y que nuestro progreso y nuestra salud van indisolublemente unidos a la sostenibilidad del planeta que habitamos. En otras palabras: la reconstrucción pasa por proteger más y mejor el medio ambiente. Pero no como una exigencia añadida a las muchas que esta crisis va a conllevar, sino como una verdadera fuerza impulsora de la recuperación. Aprovechemos este nuevo comienzo para que sea, de verdad, el comienzo de algo nuevo: el comienzo de un verdadero crecimiento verde.
Así lo están entendiendo ya las instituciones comunitarias, que están vinculando los fondos de reconstrucción, a inversiones en dos ejes fundamentales: transición ecológica, y transformación digital.
La Economía Circular ocupa un papel esencial en esa transición, que tan ligada va a estar a la captación de fondos de las instituciones. España acaba de presentar su Estrategia en la materia, e incluye entre sus orientaciones un buen número de aspectos (como el enfoque global sobre el ciclo de vida de los productos, la sensibilización, la jerarquía de residuos, o la colaboración público-privada) en los que los Sistemas Colectivos de Responsabilidad del Productor tenemos mucho camino recorrido.
Nacimos de la hoy tan reclamada colaboración entre administraciones y empresas, configuramos ecosistemas de conocimiento y de acción, generamos impactos positivos en toda la cadena de valor… Todo ello con crecientes dosis de transparencia y control, elementos cruciales y sobre los que somos conscientes que se pondrá mayor foco en el futuro. Así debe ser. Y en SIGAUS estamos preparados para ello.
En 2019 desde SIGAUS volvimos a garantizar que el aceite usado no contamina ni es un problema ambiental de ningún tipo en España. Gestionamos 135.591 t de aceites usados, y valorizamos el 100%, destinando a regeneración –el tratamiento ambientalmente prioritario– el 73%, lo que nos lleva de lo que evitamos –el impacto ambiental de este residuo peligroso– a lo que provocamos: una serie importante de impactos positivos en términos de ahorro de materias primas, de energía, o de emisiones de efecto invernadero. Además, fuimos muy activos en prevención, fomentando medidas en las fases de diseño y producción de los aceites industriales, a través de un Plan Empresarial de Prevención de gran acogida entre nuestros adheridos, contribuyendo a que se consolide una cultura de la prevención de forma transversal a múltiples sectores de la economía.
Precisamente, en el aspecto económico –fundamental siempre, y llamado a serlo aún más en momentos de crisis– seguimos caracterizándonos por la eficiencia (manteniendo un coste estructural del 6%) y la continua adaptación de la financiación a la realidad de los mercados, aportando estabilidad económica a la industria gestora, incluso en los momentos más difíciles, de forma que contribuimos a mantener su tejido empresarial y, con él, un servicio que a su vez permite el cumplimiento legal y la protección ambiental por parte de miles de pequeños productores en todo el territorio.
Cada vez es más cierto que las empresas más exitosas son y serán aquellas que sean capaces de lograr un mayor arraigo en la sociedad en la que operan. No sólo generar valor a los stakeholders, sino revertirlo a la sociedad. Algo que en SIGAUS hemos asumido hace años, y que canalizamos a través de acciones de responsabilidad social como la plantación de bosques o la colaboración con fundaciones. A ello unimos una intensa labor de sensibilización, divulgación y formación, donde se erige con especial protagonismo nuestra iniciativa Aula Ambiental, que en 2019 dio pasos significativos. Se dice que la educación es la mejor arma de futuro, y desde esta Memoria hemos querido hacer una alusión especial a esta faceta, contando con la colaboración de personalidades de diferentes estamentos educativos en España, a los que aprovecho para agradecer sus enriquecedoras reflexiones.
‘Una crisis sin precedentes significa tomar decisiones sin precedentes’. Son palabras de Charles Michel, presidente del Consejo Europeo. Empresas e instituciones reclaman a diario que aprovechemos el momento (y los fondos que se van a destinar) para reconstruir el modelo económico y social desde los consensos, la resiliencia y la sostenibilidad.
El granito de arena de SIGAUS no faltará para conseguirlo. En esta línea, desde SIGAUS acabamos de adherirnos al Manifiesto de la asociación Women Action Sustainability (WAS), que pretende hacer un llamamiento sobre este momento transformador y lo fundamental de que la sostenibilidad y los aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza estén en las decisiones al más alto nivel, contando para ello con el liderazgo profesional femenino.
Nuevas bases sobre las que renacer, y en las que la óptica medioambiental debe ser una verdadera fuerza motriz. Aprovechemos, en fin, la nueva oportunidad que nos ha dado la pandemia. Y convirtámosla en una buena oportunidad.
LEGADO COOPERATIVO:
LEGADO ECONÓMICO:
LEGADO AMBIENTAL:
LEGADO SOCIAL Y DIVULGATIVO:
LEGADO TECNOLÓGICO: